Esta selva amazónica es el bosque tropical más extenso
del mundo. Se considera que su extensión llega a los 6 millones de km²
repartidos entre ocho países, de los cuales Brasil posee la mayor
extensión de la Amazonia, seguidos por Perú, Colombia, Bolivia, Ecuador, Guyana,
Venezuela, Surinam y la Guayana Francesa. La Amazonia destaca
por ser una de las ecorregiones con mayor biodiversidad en
el mundo.
La selva amazónica se desarrolla alrededor del río
Amazonas y de su cuenca fluvial. Las temperaturas que se padecen en este
lugar son altas, éstas favorecen al desarrollo de una vegetación tupida y
exuberante y siempre se encuentra de color verde.
Esta selva recibe el nombre de El Pulmón del Planeta, ya
que al ser un área de gran tamaño, y estar repleta de arboles, mantiene un buen
equilibrio climático, porque los ingresos y salidas de oxígeno y dióxido de
carbono están balanceados.
Debido a las condiciones climáticas que ésta presenta, al
ser deforestada una parte de ella, el suelo se convierte en una especie de
arena, ya que el suelo que se encuentra en este sitio, sobrevive por la misma
humedad que generan los árboles y la cantidad de materia orgánica que cae en
ella.
Existen en ella innumerables especies de plantas todavía
sin clasificar, miles de especies de aves, innumerables anfibios y
millones de insectos. Así como también una gran cantidad de grupos
indígenas que viven en ella, estas personas, son aquellas que conocen las
plantas que sirven como medicina, las venenosas, entre otros; que los científicos,
al ir y verlas, no lo saben.
Con lo mencionado anteriormente se puede decir que es un
lugar de gran importancia debido a que no solo da nuevas especies de plantas
que sirven como medicina, o nuevos animales; sino que también, beneficia a todo
el planeta dando oxígeno y tiene etnias que ayudan con cualquier problema que
se presente aquí adentro. Así como todos los lugares que se han mencionado en
el blog, también hay que cuidarlo, porque si perdemos este gran pulmón, todo
sería más difícil, perderíamos un gran porcentaje de oxígeno que ayuda a las
personas a seguir vivas.